Como todo buen futbolero, el pasado fin de semana "me prendí" al televisor para observar los partidos correspondientes a la 1º fecha del torneo Clausura 2011 que al igual que desde mediados de 2009 y dentro del programa fútbol para todos fueron transmitidos por Canal 7, Canal 9 y América TV con retransmisión en Canal 26 y Crónica TV.
Más allá de la discusión que se pueda dar sobre la forma en que la AFA rompió el anterior contrato con Torneos y Competencias y si corresponde que el Estado financie las transmisiones de fútbol con un presupuesto que entre contrato y gastos de transmisión se elevan según la propia información suministrada por el Gobierno a los medios a más de $ 1.000.000.000, el tema que quiero plantear es la utilización de las transmisiones de un deporte masivo no ya para pasar publicidad sobre actos del Estado sino directamente propaganda política a la cual se unieron como un coro los periodistas que forman parte de las tramisiones y la propia AFA al denominar al Torneo "Néstor Kirchner".
Lo primero que hay que decir es que el propio Estado había prometido sufragar los gastos del contrato con la AFA mediante la venta de publicidad privada y la subcontratación de las transmisiones de algunos de los partidos por otros medios privados de aire o cable. Lo primero sólo fue aplicado muy parcialmente en el primer torneo (Apertura 2009) y lo segundo nunca se concretó.
A partir de los torneos del año 2010 la única publicidad existente es de la Presidencia de la Nación y de los distintos organismos del Estado (Anses, Ministerio de Desarrollo Social, etc.) que no sólo nos "bombardean" con sus supuestos logros sino que pretenden hacernos creer que vivimos en una sociedad idílica donde se ha hecho desde el 2003 (antes la Argentina pareció no existir) obras como nunca en nuestra historia anterior. Con seguridad y tal como se ha publicado en los distintos medios mucha de esa información es falsa e inexacta.
La sorpresa ocurrió en este 2011 cuando antes de cada partido y en los entretiempos de cada uno de ellos fue emitido sin solución de continuidad un video denominado "Nunca Menos" de homenaje a Néstor Kirchner en el cual a la par que distintos cantantes y actores cantan la canción "Nunca Menos" se lo muestra al ex Presidente en distintos actos como si fuera una estrella de rock e intentando crea una especie de "mito" en su derredor.
Es evidente que desde su muerte, se ha pretendido transformar al ex Presidente que como todo hombre público tiene luces y sombras, en una especie de héroe popular, tergiversando, falseando y omitiendo muchas de sus conductas y haciéndolo aparecer como alguien que no fue. Demás está decir que quienes son sus adeptos tienen todo el derecho de considerar así al ex Presidente, de grabar un video, escribir una canción de homenaje, etc.
Lo que no hay derecho, es a utilizar la pantalla de un canal público que sostenemos todos los habitantes de la Nación (kirchneristas y no kirchneristas) y usar el fútbol, con su innegable arrastre popular, para hacer un panegírico político de un ex Presidente (porqué no hacen lo mismo con otros ex Presidentes como Alfonsín o Menem?) para transmitir propaganda politica máxime en un año electoral como el actual lo cual agrava la situación (los otros partidos políticas pueden hacer publicidad en las transmisiones de fútbol?).
No corresponde utilizar la pantalla pública para hacer propaganda partidaria lo que por supuesto no es mencionado por ninguno de los pseudo periodistas militantes del oficialismo sean deportivos o no. Sólo hablan para señalar los defectos de Macri, Duhalde, Scioli o de quien no comulgue cual doctrina religiosa con los dogmas del oficialismo o directamente reciben las instrucciones de sus mandantes para repetir como "loros" dichas consignas transformándose en verdaderas campañas contra determinada persona, empresa o sector.
Ingresamos nuevamente a un tema tratado con anterioridad, la burla a la ley de nuestras autoridades que utilizan los recursos públicos como les place (recordemos que en 2011 ni siquiera hay un presupuesto sancionado por el Congreso de la Nación) sin control alguno, destinando miles de millones de pesos a hacernos creer a los argentinos que estamos frente a un país que a juzgar por la propaganda oficial parece "Suecia" cuando todos sabemos que por su situación social y económica nos aleja notoriamente de los países de avanzada, y pretendiendo hacernos creer que entre nosotros hay un nuevo San Martín o Belgrano.
Rechacemos estas pretensiones pues nunca seremos un país serio mientras tengamos gobernantes que actúen de esa manera, utilizando los recursos públicos como si fueran propios, falseando la realidad (a partir del INDEC todo lo que se pueda decir está en tela de juicio) y considerando que los argentinos somos el País jardín de infantes como tan bien describió nuestra recordada María Elena Walsh.
Sepamos reaccionar a tiempo.